El Nuad Boran, más conocido en occidente como “Masaje Tradicional Tailandés”, es una de las ramas de la medicina tradicional tailandesa cuyos orígenes se remontan a los tiempos de Buda hace más de 2.500 años. También conocido como “yoga pasivo” o “yoga thai”, el masaje tailandés combina principal¬mente estiramientos asistidos con la aplicación de presión por parte del terapeuta utilizando sus manos, codos, y en ocasiones las rodillas para realizar un tratamiento más profundo.
Es una técnica muy efectiva que permite la apertura gradual del cuerpo, incrementando la movilidad y la flexibilidad, y disminuyendo la tensión corporal, aumentando de esta forma, tanto la circulación sanguínea como la energética, por todos los tejidos del cuerpo.
Este trabajo corporal se realiza generalmente sobre una colchoneta en el suelo, con el cliente vestido con ropa cómoda que le permita libertad de movimientos.
El padre fundador del masaje tailandés, el maestro Shivago Komarpaj, fue un médico formado en la antigua tradición ayurvédica y practicante avanzado de yoga, que curiosamente creó este método de masaje como un arte para la curación y no como una forma de relajar el cuerpo.
Según la tradición, una de las personas más distinguidas a las que tuvo el honor de tratar el maestro Shivago, fue al mismísimo Gautama el Buda.
Beneficios del masaje tradicional tailandés
El masaje tailandés se considera preventivo y terapéutico, y es muy apropia¬do para todos los que quieren conservar un buen estado de salud y un alto nivel de bienestar. Con cada masaje, el cuerpo se estimula a nivel físico y energético, y cuando se recibe con regularidad, se aprecian claramente sus beneficios.
¿Quién puede aprender masaje tailandés?
Esta técnica de masaje es tan conveniente para los profesionales de la salud, como para cualquier persona interesada en aprender una técnica curativa para utilizar con sus familiares y amigos. Es una técnica fácil y completa, que puedes aprender aunque no tengas experiencia previa. Lo único que necesitas son tus ganas de ayudar y de aportar calidad de vida a quien lo necesite.
Imparte: Daniel de Prado (terapeuta y acompañante en procesos de crecimiento personal, formado en las mismas disciplinas que compusieron su propio proceso de crecimiento espiritual).
Precio: 65 euros.
Horario: de 10,00 a 20,00 horas.
