Las habrás visto y escuchado por ahí…
Con letras grandes decorando pancartas en
manifestaciones, secuestradas y obligadas a cambiar su significado para ambientar mítines políticos, sirviendo de escenario para que puedan hacer su primer baile los recién casados, ascendiendo a salvavidas cuando todo se hunde y faltan manos, haciendo de copilotos y dándonos conversación en mitad de los atascos, dándonos un refugio, una bombona de oxígeno, un motivo más para celebrar, un inicio más sano por el que llorar, un portal, una cita más que sirva para convertir en grito, una nueva vía de encontrar la amistad, la mejor forma de afrontar un final.
Las canciones dejan de ser de su creador cuando llegan a oídos de segundos y de terceros, en ese momento una misma canción puede cobrar una infinidad de formas diferentes. Es un honor saber que algunas de mis mejores canciones han servido para todo esto y para más.
Las habrás visto y escuchado por ahí…
Pero ya es hora de que vuelvan a casa y que mi banda y yo volvamos a la vuestra como se merece con un nuevo discazo bajo el brazo.