El Madrid de la inmediata postguerra es el paisaje donde se desarrolla la acción de La librería del callejón (La esfera de los Libros), de Manuel Hurtado Marjalizo; sin embargo, no es una novela social. En ese Madrid de los años cuarenta se mueven espías y periodistas internacionales que tratan de conspirar e implicar a Franco en la guerra mundial que ya se está gestando.
Este es el decorado de fondo de la historia de Adrián Fadrique, un conocido pintor que regresa a la ciudad para recuperar parte de su memoria y en busca de un amor que desapareció al comenzar la Guerra Civil.
El título de la novela hace referencia a una librería (que hoy estaría en la calle Libreros), regentada por un antiguo republicano, que será punto de encuentros clandestinos y, tal como señala su autor, un lugar cerrado que alberga algunos enigmas.
En realidad, La calle del callejón recrea, de modo paralelo, dos historias separadas en el tiempo y unidas por El misterio de la luz, un cuadro del pintor desmemoriado que es adquirido, décadas más tarde, por un profesor de arte y que, como es de esperar, oculta un secreto.
«En la novela hay algunos personajes reales, como Hans Lazar, el agregado de prensa de la Embajada Alemana, que trataba de vender las virtudes del nazismo», dice Manuel Hurtado, quien señala que su novela, absolutamente apolítica, recrea el mundo de las embajadas y el espionaje que se movían en hoteles y restaurantes de lujo, como el Ritz o Horcher, un ambiente lejano al conocido de la miseria de posguerra.
La librería del callejón es la segunda novela de Manuel Hurtado Marjalizo, un ingeniero de minas que actualmente trabaja en París, que se confiesa un gran lector y un apasionado de la escritura. Con sus novelas pretenden contar historias entretenidas, llenas de misterios y algunas reflexiones, que atrapen al lector y le seduzcan.
Su primera obra La hora del Lobo Gris, que quedó finalista del XIV premio Fernando Lara, también aborda dos historias paralelas: la búsqueda de las huellas de los hititas en la época nazi y una investigación -medio siglo después- que llevará a sus protagonistas a conocer la causa de la desaparición de aquel pueblo de Mesopotamia. El ocultismo, al que tan aficionado era Himmler, está muy presente en la dos títulos de Manuel Hurtado.
«La librería del callejón es una novela de amor y de espías, de búsquedas y de arte», resume su autor, quien señala que fue un desafío contar la historia en primera persona. «Era una manera de mirar y vivir la realidad con los ojos de otra persona, meterme en la piel y el corazón de un artista. El oficio de escritor se parece un poco al de actor. Tienes que saber vivir e interpretar la vida de tus personajes».
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