Por cuarto año consecutivo, fruto de la colaboración entre la Universidad de Córdoba y el espacio para artistas en residencia La Fragua (Belalcázar), el próximo viernes 6 de Noviembre a las 20:30h, se inaugura en Combo la exposición del trabajo de investigación realizado por la artista Ira Lombardía, ganadora de la BECA UCO-LA FRAGUA de fotografía por el proyecto I see the darkness.
Como producto de la beca de residencia y el trabajo de investigación llevado a cabo en La Fragua se presentan una serie de trabajos agrupados bajo el título de El final de la lógica del índice, una exposición que investiga la relación entre la imagen digital, el carácter indiciario de la fotografía y su relación con el arte en la actualidad.
Este proyecto surge del estudio del texto de Rossalind Krauss Notas sobre el índice y cuestiona en cierto sentido algunas de sus tesis. En ella se exponen tres piezas que más allá de su apariencia un tanto ecléctica tienen varias cosas en común. Por un lado todas ellas surgen de archivos generados con la cámara del teléfono móvil, lo que implica dos cosas: que todas ellas parten de experiencias cotidianas, de una cierta falta de premeditación. Además, supone afirmar que todas ellas comparten un resultado visual amateur: son un tipo de imagen secular, imágenes comunes que podría haber tomado cualquiera.Por otro lado las tres piezas son errores visuales, es decir, la fotografía o el vídeo no registra de forma adecuada el referente que estaba allí.
Así en I see the darkness la cámara es incapaz de fotografiar la oscuridad de la noche, en Nothing is what it is, grabar unos neones se convierta en una tarea imposible, obteniendo un resultado lleno de parpadeos y cambios de color y finalmente en Interpretation Issues, tratar de fotografiar un catálogo de Dan Flavin no es posible ya que la luz de la biblioteca interfiere desvirtuando las imágenes y los textos. Pero sin embargo, en los tres proyectos, más allá de lo amateur y lo fallido todas las imágenes se aproximan y referencian corrientes artísticas como el minimal o el arte abstracto, lo que ha permitido elaborar un discurso que nos aproxima al arte y su relación con la fotografía y como ésta interfiere y mediatiza nuestras experiencias tanto estéticas, como vitales.
De esta manera todos estos archivos fallidos, nos ofrecen una segunda lectura y más allá de ser imágenes disfuncionales, si estamos dispuestos a leerlas y reflexionar sobre ellas, veremos como son capaces, desde sus limitaciones, de cuestionar la lógica del índice y nos permiten disfrutar de valores simbólicos, de significados que están más allá de los signos, de sentidos que se escapan de los referentes, de imágenes ilegibles que nos hablan sobre la ausencia del lenguaje y también sobre su presencia.
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