FURŌRU propone una apasionante búsqueda de insospechadas similitudes mientras acompañamos al vino con denominación de origen Montilla-Moriles desde su actual elaboración en tierras cordobesas hasta su consumo en la capital del sol naciente.
FURŌRU nos plantea un continuo paralelismo: entre vino y sake, entre viñas y arrozales, entre unos valores tradicionales que en esencia son idénticos a ambos lados del mundo. El propio título, la palabra FURŌRU, hace referencia a la palabra “flor” (es la transcripción fonética de cómo pronunciaría “flor” un japonés) y es que el culto a la flor es tan importante en Japón como en Andalucía y curiosamente, el llamado “velo de flor” es el secreto que preserva al vino fino en la bota de madera durante su crianza.
Más Información